sábado, 14 de agosto de 2010

Olvido

POV Sam

Ya me estaba volviendo loca. No sabía si siempre había estado aquí o si había otra vida más allá de estos muros. Mi única fuente de cordura era la yegua negra que dormitaba a mi lado. Todos los días nos daban una pequeña ración de avena que sabía asquerosamente horrible. Yo solo comía lo necesario para sobrevivir, el resto se lo dejaba a Spirit. Ella lo necesitaba más que yo

Una carcajada malévola resonó en las paredes. Yo conocía bien esa voz; era la voz de quien me había raptado. Unos pasos sonaron en la distancia. Debían ser solo imaginaciones mías. Como había dicho, el encierro me estaba volviendo loca

Ya no llevaba la cuenta de los días que llevaba aquí, simplemente porque no había manera de saber cuando pasaban estos. Lo único que sabía era que había estado aquí una eternidad. Otra carcajada sonó, mas en mi mente que otra cosa y un susurro de algo conocido, algo que no podía recordar. Era algo que se resistía, pero sabía que era importante

«Ya voy, Sam. Ya voy cariño mío» decía el susurro. Así que ese era mi nombre… O no?

Escuche más pasos. Se escuchaban tan reales. Era imposible que los hubiera imaginado. Los pasos se acercaban rápido. No era un simple par de pies, sino varios, muchos. Entonces un montón de caras se asomaron a las rejas de la puertita de la celda. No las reconocí. Las mire extrañada, sin saber quiénes eran. Una en particular llamo mi atención. Era el rostro de un chico de mi edad, rubio y con unos ojos azules, hermosos como zafiros. Aquellos ojos reflejaron dolor al ver que no sabía quién era

Escuche como maniobraban con la cerradura de la puerta, y esta termino abriéndose. Una mujer me tendió la mano, con una lagrima en la mejilla. La tome y me ayudo a levantarme. Me abrazo fuertemente, susurrando cosas incomprensibles en mi oído

Las otras personas habían entrado a ayudar a la yegua, que era lo único que podía recordar con claridad. La malvada risa se escucho de nuevo, y supe que no había imaginado las otras cuando los otros se voltearon a buscar su lugar de procedencia. La risa subió de volumen. Luego la figura de la mujer que más odiaba en el mundo apareció frente a nosotros

—Débiles humanos! —grito, entre carcajadas —Creían acaso que podrían infiltrarse y salir sin un rasguño? Ahora pagaran las consecuencias de entrar en la mismísima cuna del mal! —y dicho esto un rayo salió de su mano, hacia nosotros

Una chica que nunca había visto antes, pálida y de cabello negro se interpuso entre nosotros y el rayo

—Corre, Gabe! Corre y sálvate! —le grito al chico de ojos azules

Corrieron todos, pero yo me quede paralizada en mi sitio. Tenía que agradecer a la chica. Ella se limito a mirarme con expresión de odio profundo, culpándome de algo que no sabía haber hecho

—Corre niña tonta! Corre ahora que puedes! —me grito con furia

—Muy tarde! Muy tarde! —se burlo la otra mujer

Me agarro del cuello, igual que la otra vez, hace mucho tiempo. Empezaba a recordar cosas, pero por más que lo intentara, mi cerebro seguía bloqueando a aquel hermoso chico de ojos azules

—Un paso más y muere —amenazo la mujer. La chica pálida me seguía mirando con ojos acusadores y la más pura preocupación nublaba la cara del chico

No pude recordarlo, por mucho que lo intente. Aquello me frustraba. Me preocupaba más que el hecho de estar perdida en un lugar extraño, con una mujer extraña aferrándome del cuello

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Aqui el siguiente ^^

Pobre Sam, se olvido de todos D:

El otro ya lo tengo listo, lo publicare en seguida

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