sábado, 21 de agosto de 2010

Congelado En El Tiempo

POV Sheba

Aquella niñata entrometida y malagradecida había encontrado la nota que le había dejado a Gabe. Se habría enterado de la razón de que estuviéramos aquí? No lo creo. Tenía que preguntar a Gabe si ella lo sabía, solo por si acaso…

Con estos pensamientos en mi mente, no pude dormir bien. Me mortificaba aquel hecho. El hecho de saber que mi traición los había traído a todos aquí, y que aunque me hubiera apartado de Gabe, no sirvió de nada. Solo sirvió para comprobar el irrefutable hecho de que no podíamos permanecer separados. El había sufrido, yo había sufrido, y todo para que el destino nos volviera a unir, junto con una amenaza aun mayor que la anterior y una medio-ángel-sin-poderes enamorada

Y ahora, atrapada en este triangulo amoroso, me sentía aun peor, a sabiendas que Samantha había aparecido en su vida por mi culpa. Ella no podía luchar contra nuestra irresistible atracción. Era algo extraño. Nosotros éramos como dos imanes, al que ni la maldad ni la distancia, ni siquiera el destino, podía mantener separados. Y eso ya se había demostrado hoy

No sabía si la mocosa esa se entrometería en nuestra perfecta relación; si sería lo suficientemente valiente como para enfrentarme. Pero si se le ocurría pensar que podría hacer que Gabe me olvidara por ella, estaba equivocada. El no me dejaría a mí por esa… por ella

Me voltee en mi sitio para mirarlo a la cara. Se veía tan hermoso cuando dormía. Sus parpados tapaban sus ojos azules (unos ojos por los que hubiera matado) y daba a su rostro una expresión de paz. Le hice una caricia en la mejilla y una sonrisa ilumino su rostro. Aun sumido en la inconsciencia, se daba cuenta de mi contacto, y se sentía feliz por el

Con la imagen de aquella sonrisa suya, me dormí en paz. Ahora me costaba menos lidiar con sentimientos como la felicidad y la alegría. Sin saberlo, los había extrañado en su ausencia. Con Gabe a mi lado, la felicidad era normal en mí, pues Gabe mismo era felicidad, y él se había convertido en una parte esencial de mi ser

Los rayos de sol se fueron filtrando poco a poco por la entrada de la cueva, despertándonos a todos. Me levante sin ganas y sacudí levemente a Gabe. Abrió los ojos lentamente y al verme esbozo una sonrisa. Se la devolví con una más grande

—Vamos tortolitos, apúrense—nos dijo la chica de cabello negro. Melanie, creo que se llamaba—tenemos que irnos en quince minutos

Me dirigió una mirada amistosa, seguida de una sonrisa. Aquella chica me caía bien. Una de las pocas personas que me caía bien. Ayude a Gabe a recoger sus cosas, pues yo no tenía ninguna de mis pertenencias aquí. Luego salimos todos en los caballos a la vasta planicie. Yo iba con Gabe, pues no había ningún caballo extra para mí

—Y ahora qué? —pregunto a su abuelo—tendremos que seguir huyendo por toda la eternidad?

—Si—dijo con tristeza el señor mayor, el abuelo de Gabe—por lo menos hasta que podamos enfrentarlos

Podía entenderlos. Estaban cansados de huir, aunque no habrían escapado con vida de la fortaleza sin mi ayuda. El ángel pareció acordarse de aquello

—Gracias—me dijo—por ayudarnos a escapar

El intentaba mantenerse a una distancia prudente de mi, igual que la pequeña ángel. No los culpaba por eso, nuestras especies eran enemigas, aunque yo ya no perteneciera completamente a la mía

Avanzamos por el valle hacia ningún sitio. Sabía que Jezebel nos empezaría a seguir, pero antes trazaría un plan. No se atrevería a simplemente seguirlos como la otra vez

Cabalgamos y cabalgamos por la llanura, sin dirigirnos a ningún sitio en particular. Cuando terminaría? No lo sabía. Era una pregunta que no tenía respuesta. Lo que si sabía bien es que podíamos durar hasta la eternidad siendo perseguidos. Hasta ahora habíamos tenido suerte pues solo habían enviado a Jezebel y a un contingente de espíritus malignos. Pero con el paso del tiempo, mientras nos volviéramos más huidizos, enviarían más y más entidades malignas. No teníamos escapatoria, excepto quizá, el cielo, donde yo tenía el paso absoluta y rotundamente negado

—Sheeb—me llamo Gabe—no importa lo que pase, siempre estaré aquí contigo. Te amo—me dijo muy bajito, de modo que solo yo escuche

Habría olvidado tan rápidamente a la chica rubia? O es que era nuestra poderosa atracción la que lo había obligado a dejarla de lado? Seguiría el enamorado en secreto de ella? Sus palabras decían lo contrario, y el tono de su voz, y su expresión. Todo aquello desmentía lo que yo pudiera sospechar. Pero y si el mentía? Una horrible mentira, proveniente de un hermoso mentiroso. No. El no era así. El no me dejaría de lado así tan pronto. Pensé en el baile de graduación, en la despedida después de este. Si tanto dolor le había causado mi corta partida, sabiendo que nos veríamos al día siguiente, no quería saber cuánto sufrimiento le había causado cuando le dije aquella fatídica mentira, solo para protegerlo

Flashback

—Gabe… yo no puedo— dije con la voz quebrada. Aquello me dolía mucho, pero no podía dejar entrever ni un poco de eso

Aparte la mirada de sus ojos. Me quemaba. Estaba destrozado por dentro y me horrorizaba de saber que era mi culpa

—Sheba, no tienes por qué irte. Yo puedo ayudarlos— dijo su abuelo

—Señor Christensen, no es que no pueda. Extraño mi antigua vida, eso es todo

Fin del Flashback

Recordé cuánto dolor había en sus ojos aquel espantoso día. Yo también había sufrido y mucho. Recordar el sufrimiento de los dos me convenció de que él no estaba mintiendo. Si no me amara, si no me hubiera perdonado, me habría mandado al infierno en cuanto volví a aparecer, y yo hubiera ido con gusto si él me lo hubiera mandado

—Yo también te amo, Gabe—le susurre al oído, seguido de un suave beso en su mejilla. No puedo describir la sensación que me recorría al tocarlo. Una mezcla de euforia con felicidad, la más pura felicidad de todas

Samantha nos dirigía frecuentes miradas. Miradas de nostalgia a Gabe, y miradas llenas de celos a mí. Sabía cuanto daría ella por estar en mi lugar, por poder susurrarle a Gabe lo que yo le decía, por poder ser el alma gemela de él. Porque eso éramos: almas gemelas. Aunque él fuera un medio ángel y yo una diablesa, el destino había querido que nos juntásemos. Con razón decían que los opuestos se atraen

Hice caso omiso de la chica que iba montada sobre el caballo negro y se carcomía por dentro de los celos. Tampoco pude saborear su infelicidad (cosa que hubiera disfrutado con muchísimo gusto), pero que importaba ya, cuando se tenía al ser más perfecto de todos. Acaricie sus dorados cabellos y volteo su rostro hacia mí, regalándome la visión de sus hermosos ojos azules. Le respondí con una gran sonrisa y luego se volteo para concentrarse en el camino que nos llevaría a la nada





Por fin llegamos a un extraño pueblo, que parecía como congelado en el tiempo. Las casas eran todas de piedra, igual que las calles, y unos cuantos palacetes se elevaban por encima de los demás edificios. No habían personas en las calles, pero el pueblo no estaba deshabitado. Me pareció regresar unos cuantos siglos atrás. Me sorprendió más aun cuando una chica salió de una de las casas con un vestido de la época colonial, de esos que solo veías en las adaptaciones a la televisión de las antiguas novelas. La chica nos miro extrañada, como si fuéramos una alucinación. Se froto los ojos y se acerco a nosotros

—Quienes sois, extranjeros? Y por que vestís con tan extraños ropajes? —nos pregunto, hablando también con un acento que parecía del siglo pasado

—Disculpadnos, señorita, si nuestro aspecto os parece extraño. Nos hemos perdido y no sabemos dónde estamos. Seria usted tan amable de indicarnos el nombre de este pintoresco pueblo? —le respondió el ángel, en su forma humana, empleando el mismo lenguaje para que no pareciéramos completos extraños

—Disculpadme ustedes a mí, que se me ha olvidado el nombre de nuestra ciudad. No sé donde me encuentro, y si preguntáis a cualquiera os dirán lo mismo. El nombre de aquí se ha perdido en el tiempo. Vivimos nuestras vidas despreocupados, pero cada día es igual al anterior, salvo por vosotros, claro. Nuestra historia también se ha olvidado. Lo único que os puedo decir es que el último día que fue diferente, fue hace siglos, y no miento. Pero ya se me ha olvidado que paso aquel día, y que paso en los anteriores a ese. Lamento no poderos dar más información, esto es cuanto se—nos dijo, con tristeza, haciendo un enorme esfuerzo por recordar

—Muchas gracias señorita. Quisiera pediros una cosa más si no es mucha molestia. Disponéis de un lugar donde podamos pasar la noche y dar de comer a nuestros caballos? —le pidió el ángel

—Claro, será un placer. Venid, os mostrare una habitación en mi casa. También hay un lugar en el establo para los caballos—nos dijo amablemente. La confusión seguía pintada en su rostro, pero sus modales y su amabilidad pudieron más que eso

La seguimos a través de las calles empedradas. Todo parecía congelado en el tiempo. Los pájaros no cantaban y los arboles no se mecían con el viento. No había ninguna clase de insectos rondando las flores. Sentí como unas miradas curiosas se posaban en nosotros a través de las cortinas de las casas

La chica se detuvo en frente de una linda casita, también de piedra. Vi a una abejita en una de las flores de la entrada y me alegre por eso, pues era el primer ser vivo que veía en el pueblo aparte de la muchacha. Me asuste y aparte del insecto cuando este se limito a quedarse en su sitio, posado en la flor, zumbando con agonía. No movía las alas, ni recolectaba polen, ni nada. La mire con horror y la señalé. La chica pareció darse cuenta y se volteo a donde señalaba yo

—Si, esa pobre abeja lleva ahí el mismo tiempo que yo aquí. Ya os lo he dicho, todos los días son iguales, no cambian absolutamente nada. Es como si nuestro precioso pueblo hubiera sido congelado, salvo por los seres vivos que habitamos en el. Me encantaría poderos decir que paso, pero fue hace tanto tiempo, que se perdió junto con las memorias de aquellos días alegres. No sé cuánto tiempo ha pasado desde entonces, pero parece una eternidad—nos dijo con tristeza—ahora seguidme, os mostrare donde dormiréis

Nos guio dentro de la casa y nos llevo a una habitación espaciosa con cinco camas. Cinco camas y éramos seis… sin contar a los ángeles. Alguien tendría que compartir su cama. Una sonrisa me ilumino el rostro mientras pensaba en eso

—Llevare vuestros caballos al establo. Podéis quedaros aquí el tiempo que queráis, mientras os consigáis vuestros propios alimentos, o paguéis por los míos—nos dijo. Parecía que vivía sola en la casa

—No es problema, señorita. Muchas gracias por el hospedaje— respondió el ángel. La chica se dio media vuelta y se fue

Me senté en una de las camas. Tenía el cuerpo cansado de tanto cabalgar. Gabe vino a sentarse al lado mío

—Hombre, que raro es este pueblo. Nunca pensé que me encontrara personas que todavía hablaran como en el siglo XVI—dijo Gabe, usando el mismo acento que la chica, en una especia de burla

—Yo tú, no me reiría. Este pueblo tiene una trágica historia, aunque todos la hayan olvidado—lo reprendió Balthamos

—Ah, lo siento—dijo Gabe. Su voz denotaba curiosidad de saber lo que había pasado

—Bien, les contare—dijo—Todo empezó hace mucho tiempo. Épocas más simples. Épocas donde los hombres se ganaban el pan trabajando todo el día y donde las mujeres se quedaban en casa a preparar la cena. Épocas donde las brujas eran temidas y odiadas—empezó diciendo, a modo de introducción—Todo esto fue provocado por una bruja en un pacto con una diablesa. Una bruja que había prometido volver. Una bruja que había prometido vengarse…


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Tras superar mi ataque de flojera, aqui esta el siguiente cap

Me ancanta dejarlos en suspenso ^^

Es tan divertido.....

(si si ya se... soy cruel y blah blah blah.... pero en serio, es divertido)

Prometo tener el proximo listo antes del proximo viernes (que es mi cumpleanios para los que no sabian)

Comenten please!!


jueves, 19 de agosto de 2010

Incognita

POV Sam

No podía dormir bien. A cada rato me removía inquieta en mi saco de dormir. Me había colocado entre Melanie y el chico que no lograba recordar. Mel me había ayudado y ya sabía quiénes eran todos ellos, pero por alguna razón mi cerebro bloqueaba al chico rubio y a las últimas horas antes de mi secuestro

Me voltee en mi sitio, pero mi brazo se volteo con el resto de mi cuerpo, y mi mano cayó sobre otra cálida y suave, que identifique como la mano del chico rubio. Este me la apretó inconscientemente, y entonces, como un repentino golpe, me recordé de quien era, que hacia aquí, y todo lo que había pasado. Al notar mi inquietud, Gabe también se despertó y me miro preocupado. Le devolví la mirada, una mirada de reconocimiento

—Gabe…—susurre, muy bajito

Una lagrima asomo en sus ojos. Una lagrima de felicidad, o quizá de tristeza, no pude reconocerla bien. La diablesa se despertó inmediatamente después de Gabe. Ambos se movían con perfecta sincronía, y sentían lo que el otro. Me di cuenta de que habían sido hechos el uno para el otro. Como podía ser que Gabe no la hubiera mencionado? Como podía ser que me hubiera besado cuando ya tenía un alma gemela? Y como es que un medio ángel había acabado con una diablesa?

—Sam, te acordaste de mi—dijo, con un tono en su voz que no reconocí. No parecía feliz por el hecho

Mire el suelo de la cueva, a sabiendas de que Sheba clavaba la mirada en mí, como lo había hecho en la fortaleza. No podía culparla, pero no sabía si estaba enterada de nuestro beso. Mejor que no. Ya saben, ojos que no ven…

—Mejor que volvamos a dormir, no les parece? —dijo Sheba, con un tono afilado en su voz. Me odiaba con su alma

Asentí levemente. Gabe se volvió a acostar, mirando hacia ella. Pero yo no tenia sueño, así que me levante y me puse a explorar la cueva a ciegas. Era un hueco natural en la roca, bastante solida. Era algo profunda, nosotros solo usábamos la mitad de ella. Pasee por el fondo de la cueva y encontré un papelito en el suelo, cerca de la almohada de Gabe. Debía de habérsele caído. La recogí para ponerla en su lugar, cuando unas palabras captaron mi atención. La nota decía lo siguiente:

Querido retoño de ángel de hermosos ojos azules:

Han capturado a tu amiga. Quizá no sea nada nuevo. Lo que sí es nuevo es que se quien la capturo. Fue una diablesa homicida, llamada Jezebel. Se la han llevado a las Mazmorras Oscuras, tras unas montañas, aunque no sé a ciencia cierta en donde. Quizá tu amigo el ángel si sepa. Quiero que sepas que aunque odio a esa chica con el alma, deje esta nota solo por ti, porque sé que sufrirías y que estas sufriendo. Una nota a mitad del bosque no es la mejor manera de explicarte todo lo que paso, así que si algún día nos vemos, te contare todo

No espero que me perdones, aunque es mi mayor deseo

Atentamente,

S.

Las palabras que captaron mi atención fueron odio a esa chica con el alma. Por deducción simple, supe que la S al final correspondía a Sheba. Le ­debía mi gratitud, por decirle donde me habían llevado. También las líneas No espero que me perdones, aunque es mi mayor deseo me parecieron raras. Por que Gabe habría de perdonar a la diablesa? Que había hecho ella?

—No deberías meter la nariz en donde no te han llamado—me dijo con saña. Sin haberme dado cuenta, se había levantado y me había arrebatado el papelito de las manos

Me dirigió una mirada de la más pura rabia que pude conocer jamás, y se dio media vuelta, visiblemente enojada. Decidí dar por terminados mis paseos nocturnos y volví a acostarme, sin dejar de pensar en lo que podría haber hecho Sheba

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o.o me inpireee

este lo tenia listo hace unos dias... se me olvido publicarlo

sorry xD

ahora mismo estoy escribiendo el otro

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domingo, 15 de agosto de 2010

Explicaciones

POV Gabe

Los ángeles, luego de tornarnos invisibles, se colocaron juntos en una fila que avanzaba de espaldas a nosotros, para protegernos de los espíritus. Llenaron el valle de luz, para alegría nuestra, y la niebla se disperso, dejando a la vista la oscura fortaleza y el camino de escape. La fortaleza era un enorme castillo de ladrillo negro, con una siniestra muralla exterior, negra también. Pude ver a los espíritus que nos perseguían dar media vuelta, ocultándose en la sombra del castillo amurallado

Los ángeles nos acompañaron cual escoltas hasta la cueva donde habíamos dejado a Ashley. Nos recibió con aplausos y un abrazo a cada uno. Balthamos la tomo en brazos y le dio volteretas por el aire

—Gracias pequeña, gracias—le dijo, con un beso—Esta angelita que ven aquí fue la que llamo a los ángeles del valle—dijo a modo de explicación para los demás

—Gracias linda—le dijo mi abuelo—Descansaremos aquí y luego partiremos al alba. Necesito que los caballos descansen bien, sobre todo la yegua negra. Esta estrictamente prohibido salir de aquí—nos dijo a todos

Nos pusimos a buscar cada uno nuestras pertenencias. Sheba, Melanie, Sam y yo nos arrimamos a un rincón de la cueva. Melanie estaba intentado hacer que Sam recordara algo. Ya había avanzado mucho haciendo que recordara quienes éramos todos los que estábamos aquí, excepto yo. Por mucho que Mel intentara, Sam no lograba recordarme a mí

Me dolía sobremanera la forma en que sus ojos verdes como esmeraldas me miraban entre extrañados y recelosos. Al fin la pobre Melanie se rindió en su esfuerzo, se encogió de hombros y me dijo que era imposible

—Po cierto, ella es Sheba—le dije a Melanie—es una diablesa que conocí hace mucho tiempo

—Mucho gusto, soy Melanie—le dijo tendiéndole la mano

Sheba tomo su mano y le dedico una media sonrisa, pero no dijo nada. No había hablado desde que saliéramos del castillo. Se parecía tanto a aquella otra vez…

—Se que quieres explicaciones—me dijo, sin ninguna introducción—pues bien, ha llegado el momento de ellas—Melanie hizo ademan de irse, pues Sam ya se había dormido y creyó que preferiríamos privacidad—No, quédate. No me importa que escuches—le dijo, para que no se fuera

Melanie volvió a sentarse. Sheba se acomodo mejor en su sitio, el relato tenía pinta de ser largo. Se aclaro la garganta y empezó

—Después de nuestra charla en el parque—dijo, con una mueca de dolor—me marche a mi casa. Pero ahí estaba esperándome Jezebel, la diablesa que me había obligado a dejarte. Me dijo que aunque ya no siguiera contigo, los perseguirían pues había que erradicar todas las posibles fuentes de felicidad y alegría. Entonces fui a buscarte a ti y a tu abuelo a su casa, pero ya se habían marchado

»Me dedique a seguir a Jezebel de lejos, consciente de que si la seguía, los encontraría a ustedes. La seguí por ciudades y campos hasta un pequeño y pintoresco pueblo. Ella se oculto en el bosque cercano, mientras yo me dedique a vagar por las calles. Fue entonces cuando sentí tu presencia y la seguí. El rastro me llevo a la escuela del pueblo. Me escondí entre unos helechos y te vi a ti y a la chica rubia a punto de besarse. En ese momento hervía de rabia y sin querer el tobillo de la chica se doblo. Fue entonces cuando hui

»Corrí a los bosques, y me refugie ahí durante un día, rogando por no encontrarme a Jezebel. Casi no pude creerlo cuando volví a sentir tu presencia en el bosque de nuevo. Parecía que me persiguieras. Para cuando la tormenta comenzó, yo había encontrado a esta chica—dijo, señalando a Melanie— y a su caballo, el cual guie hasta la cueva. El caballo era listo y se aprendió el camino. Me quede por ahí cerca, demasiado cerca. Cuando sentí que me buscabas, me fui hasta el claro de bayas, y me escondí lejos de ahí

»Cuando supe que habías regresado a la cueva, volví yo también. Vi como ustedes dos salían y dejaban a la chica rubia adentro. Empezó a oler a azufre, señal indicadora de que Jezebel andaba cerca, y me escondí lo suficientemente cerca como para ver la cueva, pero también lo suficientemente lejos como para que no me encontraran. Escuche a la yegua negra relinchar, y vi como la diablesa se llevaba a la chica y a la yegua. Entre en la cueva y encontré papel y un lápiz, y me puse a garabatear la nota que encontraste a mitad del bosque. La clave con mi daga en un árbol cercano, para que pudieras encontrarla

»Después, fui directamente a la fortaleza, pues sabía que tarde o temprano tendrías que aparecer por ahí. Me quede vigilando a la chica en las mazmorras todo el tiempo que pude, espantando a todo el que se acercara. También le llevaba un poco de nuestra cena, para que no muriera de hambre. Luego, al escuchar las malvadas risas de Jezebel, supe que estaban aquí. Me escondí en una celda abierta y permaneci callada, hasta que me vieron salir para parar el rayo—concluyo, su largo relato. Mire en derredor y todos se habían dormido, a excepción de Melanie, Sheba y yo

Ella había ayudado a Sam, nos había ayudado a nosotros. Le debía mi eterna gratitud. Aunque ya la tenía, mi gratitud y mucho más. Pero todavía me faltaba una explicación: por que me había dejado?

—Se lo que piensas. Por que te deje? Es una pregunta que ni yo misma puedo contestar—me dijo—Solo sé que lo hice para que la desgracia no cayera sobre ti, y luego vengo a enterarme de que los perseguirán de todos modos. Aun así, ya nos persiguen en estos momentos, así que no sirvió de nada. Fue un esfuerzo inútil, una prueba para ver cuánto tiempo nos podía dejar separados el destino. Como ves, no fue mucho, aunque el dolor que sentí al alejarme de ti fue grande—me dijo, mas para sí misma. Extrañamente, yo también me había sentido así

Por fin juntos. Ya nada nunca nos podría separar. Mi única preocupación era Samantha, pero si esta no se acordaba de mí, no importaba. Claro, me dolería un poco para siempre, pero no tanto como el si se acordara. Si se acordara… Mi mente repitió esa frase, pensando como seria si no se hubiera olvidado de mí. Quizá estaba mejor ahora, quizá no debería tentar a la suerte, pensando en la posibilidad

Me acosté en mi saco de dormir, sin parar de pensar en eso, en que pasaría si Sam me recordara…

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Aqui esta la explicacion que todos querian y necesitaban

Ya me canse de escribir por hoy asi que no publicare mas (por hoy solamente!)

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Juntos Al Fin

POV Gabe

—Un paso más y muere—amenazo la diablesa

Sheba se encontraba en el suelo, de rodillas, dolida por el impacto del rayo. Nos había salvado. Miraba ferozmente a Sam. Vi la confusión pintada en su carita, y en sus ojos verdes. No me recordaba, y eso me dolía. No recordaba nada. Ni a su madre, ni a mí, ni a Balthamos. Ni siquiera a Melanie. Se había olvidado de todo y de todos en su encierro

Todos nos habíamos congelado bajo la amenaza de la diablesa. Hasta que Balthamos, veloz como el rayo que casi nos alcanzaba, recupero a Sam de garras de la mujer. Esta emitió un alarido de frustración

—Espíritus de la noche, vengan y ayúdenme! Atrapen a estos intrusos! —grito, a una amenaza desconocida

—Corran rápido! Váyanse ya—nos dijo Sheba—Gabe, fue un placer volver a verte—me dijo con ojos llenos de ilusión—Ahora vete, yo retendre a los espíritus mientras pueda

Desandamos nuestros pasos, esta vez corriendo. Pasamos veloces por los pasillos. La yegua estaba un poco débil, pero sabía el peligro que corría dentro de estos malvados muros, y usando sus mayores esfuerzos, corrió tras nosotros

Por fin llegamos a la cocina y salimos por la puerta rota. Buscamos a los caballos y dejamos que Balthamos nos guiara

—Esperen! —grito Sheba, desde lejos— me persiguen también por ayudarlos

Pare, y deje que subiera a mi caballo. Cuando estuvo conmigo, me abrazo fuertemente y sentí sus lagrimas correr en mi espalda

—Yo, cuanto lo siento Gabe—me dijo

—Shhh… —la calle, dulcemente—no es tiempo para esto, pero sé que de verdad lo lamentas—le dije tiernamente

Cabalgamos veloces fuera de ahí, mientras sentí como una docena de ángeles bajaba del cielo para ayudarnos. Nos rodearon y nos tornaron invisibles para los espíritus malignos, pero Sheba seguía viéndonos pues ella ya no pertenecía a ellos

No sabía cómo saldríamos de esta, pero sabía que los Señores Oscuros de los que tanto me había hablado Sheba nos perseguirían por la eternidad. Pero aquel detalle no importaba ya, pues Sheba había regresado y Sam ya no me recordaba. Así que aun en el peligro más letal de todos, al borde de la muerte, el momento me pareció el más perfecto de todos, con Sheba a mi lado, por fin

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Listo ^^
En realidad los dos caps iban juntos, pero uno era la continuacion del otro y por eso los separe
Ya mismo estoy escribiendo el que viene :D
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