Explicaciones

POV Gabe

—Me vas a decir o no? —le dije a Balthamos, casi gritando

—Te dije que no hay nada que decir —me dijo calmado— sus pensamientos son privados y no te los diré

Balthamos había estado medio raro desde que llegamos del pueblo. Sabía que tenía que ver con Samantha, y con lo que había pensado en el bar, pero no me quería decir

—Al menos dime de qué se trata. Es un asunto angélico o algo personal?

—Mmm… Es algo personal —dijo con una sonrisa

Lo mire con furia, que fue desapareciendo paulatinamente al mismo tiempo que la sonrisa del ángel se ensanchaba. También podía controlar las emociones levemente, aparte de sentirlas

Suspire audiblemente y salí de la habitación. Me dirigí a los hermosos jardines de la casa, uno de mis lugares favoritos. El jardín disponía de la hermosa vista de la campiña, las colinas y las montanas. Además de estar poblado de arbustos de bayas, y algunos árboles que daban sombra. En el centro del jardín, había un laberinto vegetal, y en el centro de este, una pequeña placita donde había una hermosa fuente

Solo había visto la fuente desde las ventanas de arriba, y quería encontrarla, pero aquel era un intrincado laberinto, y yo no era bueno resolviendo ese tipo de cosas, así que mi sueño de encontrar la fuente quedaría en eso, un sueño

Me senté entonces en uno de los bancos de la entrada. Samantha ocupaba mis pensamientos. Que podría haber pensado ella, que le había causado tanta gracia a Balthamos? Decidí que mañana le preguntaría. También estaba el asunto del tipo que la hirió. Le daría su merecido por golpear a una dama

Sentado en el banco del jardín, observando a unas ardillas escalar por el tronco de un árbol, no me di cuenta cuando Balthamos se apareció junto a mí

—Bien, te diré—me dijo. Pegue un pequeño brinco de susto —de todos modos, te enteraras mañana. Ella pensaba decirte

—De que hablas? —pregunte confundido

Balthamos se palmeo la frente, en un gesto de frustración

—De Samantha! —me dijo. Ya lo había entendido

—Que dijo? —o mejor dicho que pensó añadí para mis adentros

—Bien, tú le gustas a ella. Mucho—miro al suelo, apenado. Al fin y al cabo había revelado los secretos de otra persona

Me sentí turbado, yo había pensado lo mismo. Ciertamente había algo en la forma en que me miraba, y en como yo debía mirarla a ella. Se parecía mucho a lo mío con Sheba. Oh, Sheba. De pronto me acorde de ella y de la razón de estar aquí. Ella me había traicionado, ya no me quería. Decidí darle la oportunidad a Sam, puesto a que mi antiguo amor me había dejado abandonado

—Olvida a la diablesa, se feliz—dijo suspirando. La había visto en mis pensamientos—Ella no va a volver, conozco a los de su especie. Son traicioneros. Mejor habla con Sam. Dile lo que sientes, ella se siente igual. Son como la pareja perfecta

—Tú lo sentiste verdad? —le pregunte

—Se que estas confundido, se nota en tu cara —me dijo— así que te explicare bien lo que puede hacer la mente angélica. Nosotros podemos introducirnos en las mentes humanas, saber que piensan, y también manifestarnos a través de ellas, con objeto de inducir buenos pensamientos. No podemos obligarlos, ni hacer lo que nos plazca con los humanos, solo podemos sugerirles. También podemos sentir a las presencias malignas a distancia, y como sabes, tomar casi cualquier forma animal, o tornarnos invisibles. Podemos ver con especial facilidad las relaciones entre las personas, y más si están basadas en el amor. Y por último, como tu bien sabes, sentir las llamadas de aquellos que nos necesitan

Me quede en silencio un momento, tratando de comprenderlo todo. Con razón había podido decir que Sam era mi alma gemela. Aunque era difícil de asimilar

—Que podemos hacer los medio ángeles? —pregunte

—Pueden sentir la llamada de necesidad, y también se les hace fácil ver las relaciones con las personas, aunque no tanto como a los ángeles completos. También si eres suficientemente bueno durante tu vida, o haces algún acto especialmente bueno, te darán la oportunidad de ascenderte a un ángel completo

Me emocione ante la idea. Ser un ángel estaba bien, poder causar el bien y todo. Pero también estaba el asunto del amor. No poder compartir tu vida con nadie. Debía ser una vida solitaria

—Dices que ella me iba a decir que yo le gustaba mañana?

—Si. Pon cara de sorprendido, se ofendería si supiera que yo te dije, a pesar de que sabe que yo sé —me pido, con una sonrisa amable. Luego se dio media vuelta y se alejo caminando

—Oye Balthamos —dije antes de que se alejara mas— gracias por explicarme todo eso…

Me respondió con una sonrisa. Miro dubitativo las nubes, y volvió a acercarse a donde estaba

—Por lo del camino a la fuente del laberinto no te preocupes. Pronto lo averiguaras —me dijo guiñándome un ojo. Luego se alejo volando hacia la casa

Mire al lugar donde habían estado las ardillas. Como era de esperarse, se habían ido hace tiempo. En lugar de una ardilla, había un lindo petirrojo, que entonaba una hermosa canción. Por alguna extraña razón aquel pajarillo me recordaba a Samantha, pero ignore tal pensamiento, tachándolo de ilógico. Suspire mientras me levantaba del banco y me dirigí a mi cuarto a dormir; a prepararme para el siguiente día, mi primer día de colegio en aquel pueblo nuevo

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Aqui el otro...

Lo tenia todo completo antes

pero decidi editarlo antes de publicarlo ;)

Gracias a Gabriela por la idea

y por la foto de Sam

(amo hacer los castings *-*)

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