martes, 10 de agosto de 2010

La nota

POV Gabe

Balthamos llego a donde estábamos nosotros al ver que no volvíamos. Vi el mismo horror pintado en su cara. Entonces se concentro un momento, y volvió a abrir los ojos

—Fue una diablesa. Ha dejado un rastro de su olor por toda la cueva—dijo, arrugando la nariz

Entonces los recuerdos de la llamada del bosque y el destello rojo acudieron a mi mente. No pudo haber sido ella. Era imposible

«No fue ella. La diablesa que rapto a Sam es de mayor rango» Me dijo la voz del ángel en mi mente

Suspire. Era un alivio, pero también había estado muy cerca de encontrar a una diablesa de alto rango. O me equivocaba? Habían estado ambas diablesas en el bosque al mismo tiempo? Eso era algo que no podría saber

«La llamada que emite cada ser es diferente, una vez que la sientes no la olvidas» Aquello no hizo sino confundirme más, y esperanzarme vanamente. Quería decir que Sheba había estado tan cerca de mí, y que me había guiado al claro de arbustos? Al ver mi confusión, Balthamos decidió dejarlo así, aunque yo sabía que él estaba enterado de la verdad

—Que haremos? —pregunto Melanie, hablando por primera vez desde que arribáramos a la cueva

—Primero buscar a Emma y al abuelo de Gabe. Luego decidiremos que hacer—nos dijo el ángel

Acto seguido emprendió vuelo, intentando hallar la mente de mi abuelo entre la espesura de los arboles. No habían pasado más de diez minutos, cuando volvió a nosotros

—Ya les he transmitido donde están. No se muevan de aquí y espérenlos. Yo iré a guiarlos—nos dijo y luego volvió a desaparecer

Melanie y yo nos quedamos solos con los caballos. Soul estaba inquieto, buscando a su compañera Spirit. Pero por mucho que buscara no la hallaría por aquí. Me senté en el suelo, triste. Primero Sheba me dejaba y luego alguien raptaba a Samantha. Es que la desgracia no acabaría para mí?

Mire a Melanie. Estaba tan preocupada como yo. Sam había sido su amiga desde la más tierna infancia, eran como hermanas

Escuche unos ruidos entre los árboles. Eran mi abuelo y la madre de Sam, que lloraba desconsoladamente en brazos de Balthamos. El ángel intentaba calmarla por todos los medios, pero no podía con una tristeza tan amarga. Entonces mi tristeza anterior pareció una pequeña hormiga en comparación con aquella

—Vamos al pueblo más próximo. Desde ahí decidiremos qué hacer, y a donde ir

Iniciamos la marcha de nuevo, esta vez en silencio. No habíamos caminado más de unos metros cuando una inusual mancha blanca en un árbol me sorprendió. Me separe un poco de resto y me sorprendió encontrar una hoja de papel clavada con una daga en un tronco. Más todavía que iba dirigida a mí, al parecer

Querido retoño de ángel de hermosos ojos azules:

Han capturado a tu amiga. Quizá no sea nada nuevo. Lo que sí es nuevo es que se quien la capturo. Fue una diablesa homicida, llamada Jezebel. Se la han llevado a las Mazmorras Oscuras, tras unas montañas, aunque no sé a ciencia cierta en donde. Quizá tu amigo el ángel si sepa. Quiero que sepas que aunque odio a esa chica con el alma, deje esta nota solo por ti, porque sé que sufrirías y que estas sufriendo. Una nota a mitad del bosque no es la mejor manera de explicarte todo lo que paso, así que si algún día nos vemos, te contare todo

No espero que me perdones, aunque es mi mayor deseo

Atentamente,

S.

Me quede como hipnotizado, mirando la pequeña pero reveladora S al final de la nota. Si había estado aquí. Si había estado a punto de encontrármela. Y aun no podía creerlo

Balthamos fue el primero en notar mi ausencia, y al ver el papel en mis manos se quedo en blanco también. No podía creer que la diablesa nos hubiera ayudado

—Se donde quedan esas montañas. Necesito llegar a un lugar abierto para mostrárselas bien

—De que hablan ustedes dos? —pregunto mi abuelo

—Sabemos a dónde han llevado a Sam

La cara de Emma se ilumino ante tal revelación. Una sonrisa por fin cruzo su rostro, al mismo tiempo que la de Balthamos, que sentía su felicidad como propia

Emprendimos la marcha de nuevo, esta vez mucho más animados que antes. Tras unas cuantas horas de cabalgar, divisamos por fin el linde del bosque. Hice el último tramo corriendo. Entonces salí a un precioso valle

Una vez fuera del tedioso bosque, di rienda suelta a mis pensamientos. Si Sheba no me amaba, por que me había dejado la nota? ‘’Quiero que sepas que aunque odio a esa chica con el alma, deje esta nota solo por ti, porque sé que sufrirías y que estas sufriendo.’’ Aquello no me decía nada. Aunque las últimas líneas me habían dejado un tanto esperanzado ‘’ Una nota a mitad del bosque no es la mejor manera de explicarte todo lo que paso, así que si algún día nos vemos, te contare todo. No espero que me perdones, aunque es mi mayor deseo’’ Su mayor deseo…

Pero entonces el recuerdo de Sam me asalto. Ella había desaparecido, y se había llevado mis últimos (y únicos) retazos de esperanza con ella. Ahora estaba hecho un lio, no sabía que pensar ni qué hacer

«Piensa en quien te hace más feliz. Yo vi en tu mente como la diablesa había cambiado su naturaleza por ti, sin duda te quería mucho» Escuche que me decía Balthamos. Sin duda, la felicidad que me inspiraba Sheba no se podía comparar con la de Sam

«De qué lado estas, Balthamos?» le pregunte, recordando que él quería que olvidara a Sheba al principio «De todos modos, este no es momento para estas decisiones, ni esta conversación» dije, dando por terminada nuestra pequeña conversación

Nos dirigimos al centro del valle, donde nos encontramos con una pequeña pero hermosa aldea. Los amables habitantes nos dieron hospedaje y un mapa de la zona

—Ven esas negras montañas allá a lo lejos? —nos dijo el ángel, señalando unas lejanas montañas—Las Mazmorras Oscuras están tras ellas, instaladas en una fortaleza rodeada de oscura niebla. El valle entero está rodeado de esa neblina maligna y es difícil avistar la fortaleza. Yo se me el camino, pues una vez tuve que entrar a rescatar a un ángel perdido. Desde esa fortaleza se controla toda la maldad del mundo—dijo, terminando su explicación

—Y la maldad no residía en el Inframundo? —pregunte, dándome cuenta de mi ignorancia

—Los Señores Oscuros viven en la fortaleza, pero el jefe de ellos vive en el Inframundo, que es una ciudadela maldita, donde todos los que viven ahí, viven bajo una tiranía, obligados a ser esclavos de por vida, hasta que su rey se dé cuenta de la maldad que poseen y los mandan a la tierra. Ellos prefieren el Inframundo a la vida aquí— me dijo severamente—Si nos atrapan en la fortaleza, nos mandaran derechitos para allá

—Correremos los riesgos—dijo mi abuelo

Fuimos a dormir, consciente de que aun no nos iríamos. Necesitábamos un plan, un buen plan. Y unos cuantos días para trazarlo a la perfección. No podíamos permitirnos el lujo de quedar atrapados en la fortaleza. Me di la vuelta en mi cama, consciente de que no podría conciliar sueno

Decidí dar una vuelta por el pueblito, para ver si lograba distraerme un rato. Una desesperante llamada capto mi atención. Esto ya se estaba volviendo una rutina. Una pequeña niñita lloraba en uno de los bancos del parque, una niña de no más de cinco años. Me senté a su lado, y acaricie sus cabellos dorados

—Que tienes dulzura? —le pregunte

La pequeña me miro, entre triste y asustada. Tenía unos hermosos ojos azules, tal como yo

—Nada nada. Me he caído es todo—me dijo con su vocecita infantil

—Te hiciste daño? Quieres que te ayude? —le pregunte. La niñita me inspiraba una extraña simpatía

Asintió. La tome de la mano, y me sorprendí cuando esta no pesaba más que una pluma. La niñita brillaba de un modo extraño en la oscuridad y dos pequeñas alitas salían de su espalda. La cargue y una sonrisa ilumino su preciosa carita. Le hice cosquillas mientras me dirigía a la casita donde nos quedábamos

—De dónde vienes pequeña?

—Del cielo—me respondió inocentemente—me caí, ya te dije

Balthamos salió antes de que lo llamara

—Quien es ella y donde la encontraste Gabe? —me pregunto con una extraña urgencia—Los ángeles tan pequeños no suelen ser enviados a la Tierra

—Me he caído, me he caído—repitió la pequeña ángel

—Bueno querida, ya encontraremos la manera de devolverte a tu hogar—le dijo un cariñoso Balthamos haciéndole una caricia en la mejilla, que arranco una sonrisa de la niña

La llevamos adentro y allí, insistió en dormir conmigo. Le hice un sitio en mi cama, y sentí toda la noche como la pequeña cuidaba de mi sueño, cual un ángel de la guarda en miniatura

—Oye…—me dijo

—Dime cariñito—le dije dulcemente

—Haz lo que te diga tu corazón—me dijo, con su inocente voz. Ella misma, siendo una bebe, sabía mucho más que yo— si te dice que vayas con Sheba, y no puedes olvidarla debe ser por algo—como es que sabia su nombre? Ah, los ángeles veían en nuestras mentes

—Y que pasara con Sam?—le pregunte, ella me tenia preocupada

—Si de verdad te ama, te dara la oportunidad de elegir, y se conformara con tu eleccion— me dijo severamente, mirandome con sus ojitos azules

Me voltee para darle un tierno beso en su liviana mejilla

—Gracias—le dije. Luego dormí tranquilo, agradecido de que la pequeña hubiera llegado para ayudarme

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Uff me inspire...
me encanto la ni
ña angel
es tan cuchi :3
Comenten please !!

1 comentario:

  1. awwww me encanta esapequeña cada vez tu libro se pone mejor!!!! XD sigue asi!!!!!!!!

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